Un remolcador de la naviera Baleària se hundió ayer en el puerto de Dénia mientras estaba amarrado y sin ocupantes a causa de una vía de agua, provocando un vertido de gasoil al agua, que fue controlado mediante la instalación de barreras en las inmediaciones de la embarcación.
Salvamento Marítimo, bomberos y Guarda Civil participaron en las labores de reflotamiento. El incidente ocurrió en torno a las 6 de la mañana, y la primera medida adoptada por la Autoridad Portuaria fue establecer una barrera protectora en el perímetro del remolcador para evitar fugas de combustible. Y se solicitó material anticontaminación por si el vertido conseguía traspasar las barreras, aunque finalmente no fue necesario.
De forma paralela, dos grúas participaron en el levantamiento del remolcador, que permanece en suspensión, a la espera de la decisión de Capitanía Marítima sobre si se remolca el barco hasta tierra o se mantiene en el agua y se intenta reparar allí la fuga.
* Este artículo apareció en la edición impresa del Lunes, 19 de septiembre de 2011