Los tres puntos de sutura en el tobillo derecho que se trajo Cristiano Ronaldo de Zagreb empujaron a José Mourinho a reservarle en el banquillo del Ciudad de Valencia. El astro portugués le dijo al entrenador ayer al mediodía que su herida no le dejaría jugar cómodo. Para herir la sensibilidad de Cristiano, las gradas ajenas a las del Bernabéu pronuncian el nombre de Messi. Ayer, además, la hinchada del Levante recurrió a la ironía, al hilo de las declaraciones que hizo Mourinho el sábado avisando de que el objetivo del Madrid es "la permanencia". La grada rugió socarrona, con el 1-0 en el marcador: "¡A Segunda, oé, a Segunda, oé...!".
Cristiano no pudo recuperar terreno frente a su máximo adversario por el pichichi, Leo Messi, que en la noche anterior consiguió tres goles en la hermosa victoria del Barça ante Osasuna (8-0) y se colocó, con cinco tantos, al igual que Soldado, en la tabla de máximos artilleros del campeonato. La ausencia de Ronaldo favoreció la entrada de Kaká en el once inicial y propició la salida de Özil. Kaká duró 58 minutos en el terreno de juego hasta que se le agotó la paciencia a Mourinho, que le envío a la ducha. Fue el primer cambio en la alineación del portugués.
Ricardo Carvalho y Sergio Ramos no buscaron excusas al salir del campo. El sevillano no quiso quejarse del comportamiento de los jugadores del Levante a raíz de la expulsión de Khedira en una trifulca: "Bastante tenemos con mirarnos a nosotros mismos". El portugués también fue autocrítico: "Hoy hemos jugado mal. Hemos tenido un par de ocasiones en la primera parte pero desafortunadamente no las hemos concretado. Y después hemos empezado a jugar mal. Con once y con diez. No lo hicimos bien". El balance general fue de cuatro remates entre los tres palos del Levante por dos del Madrid.
"Nos hemos encontrado con una derrota", dijo Miguel Pardeza, el director general madridista, a Canal+. "El partido ha sido francamente raro. En la primera parte hemos tenido opciones claras de adelantarnos en el marcador pero en la segunda parte, con un hombre menos, ellos han encontrado más espacios. Se ha producido una situación embarullada y han pagado justos por pecadores. Khedira no ha agredido a nadie, sólo ha querido socorrer a un compañero".
* Este artículo apareció en la edición impresa del Lunes, 19 de septiembre de 2011