El salto a la era digital tampoco está siendo fácil para Netflix. El videoclub virtual, el mismo que acabó con la existencia de la cadena Blockbuster, acaba de anunciar que parte su negocio en dos. De esta manera separa su servicio de alquiler de películas en DVD por correo tradicional del de visionado instantáneo de contenido audiovisual a través de Internet.
Es la respuesta a la reacción de los usuarios del popular portal en EE UU al reciente alza de precios en el abono mensual. La separación implicará también diferentes tarifas, adaptadas al tipo de cliente. El viejo servicio de DVD se llamará a partir de ahora Quikster, mientras la marca Netflix se utilizará en exclusiva para el servicio digital. El consejero delegado, Reed Hastings, admitió ayer que se equivocó con la política de precios.
Hastings señaló también que su intención es mantener vivo el alquiler de DVD "el mayor tiempo posible", aunque "no durará siempre". Pero hasta su extinción, optó por desligarlo del portal que ofrece las películas, series y programas en formato digital. Netflix podría llegar a España a comienzos de 2012, tras haberse lanzado recientemente en Latinoamérica.
La nueva estrategia es la respuesta al descontento entre sus clientes y también entre los inversores de la puntocom, que la semana pasada vieron cómo sus acciones se desplomaron en Wall Street al recortar en un millón su previsión de suscripciones. La revuelta en Netflix provocó que los títulos de la compañía perdieran la mitad de su valor en dos meses, desde que se anunció la nueva política de precios. El anuncio del cambio de estructura no evitó que cayeran las acciones en Wall Street ayer.
* Este artículo apareció en la edición impresa del Martes, 20 de septiembre de 2011