La fragata Santa María regresó ayer a la base naval de Rota (Cádiz) tras participar en la Operación Atalanta, que la Unión Europea mantiene desplegada para luchar contra la piratería en el Índico. Los familiares de los más de 200 tripulantes de la fragata recibieron a los militares, que regresaban tras cinco meses de misión en Somalia. En ese tiempo han escoltado el tráfico mercante vulnerable, especialmente a los buques del Programa Mundial de Alimentos, y a los barcos pesqueros.
* Este artículo apareció en la edición impresa del Jueves, 22 de septiembre de 2011