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Crónica:RAYO VALLECANO 1 - LEVANTE 2 | FÚTBOL | Quinta jornada de Liga

El Levante prolonga su dicha

Los granota superan al Rayo, que reservó de inicio a Movilla y Tamudo

Lejos la resignación y las limitaciones presupuestarias, Rayo y Levante interpretan cada partido como un alarde de convicción. Pero las apreturas del calendario sitúan a sus entrenadores ante el dilema de la escasez. Anoche en Vallecas, ambos medían su entrega y voluntarismo, sus respectivos estados de gracia y su forma de gestionar los recursos.

Juan Ignacio Martínez reclutó para la cita a los mismos hombres -salvo la baja obligada por lesión de Javi Venta- que tres días antes habían completado la gesta de ganar al Madrid. Sandoval en cambio, en vísperas de su visita al Bernabéu el sábado, decidió dosificar de inicio a alguno de los soldados más acreditados de su tropa como Movilla y Tamudo. La ebullición y el oficio se impusieron a la prudencia.

RAYO VALLECANO 1 - LEVANTE 2

Rayo Vallecano: Dani Giménez; Tito, Labaka (Movilla, m. 46), Jordi, Raúl Bravo (Pacheco, m. 46); Javi Fuego, Michu; Piti, Trashorras (Tamudo, m. 58), Botelho; y Delibasic. No utilizados: Cobeño; Arribas, Casado, Susaeta, Lass y Tamudo.

Levante: Munúa; Juanfran, Nano, Ballesteros, Pedro López; Iborra, Xavi Torres; Valdo (Pallardó, m. 85), Barkero (Rubén Suárez, m. 64), Juanlu (El Zhar, m. 69); y Koné. No utilizados: Navas; Del Horno y Aranda.

Goles: 0-1. M. 10. Valdo. 0-2. M. 29. Ballesteros. 1-2. M. 72. Tamudo.

Árbitro: Clos Gómez. Expulsó a Botelho (m. 76) y amonestó a Pedro López, Delibasic y Piti.

Unos 8.000 espectadores en Vallecas.

El conjunto granota, lejos de entregarse a la autocomplacencia que sigue a la hazaña, se remangó desde el pitido inicial, contuvo la efervescente salida de los rayistas y martilleó la portería rival con una contundencia y efectividad inusitadas. Primero Valdo, tras aprovechar un centro pícaro de Koné; y después Ballesteros, que trasladó su corpachón contundente al área vallecana, desnudaron la endeblez de los centrales del Rayo y descosieron el encuentro con dos cabezazos de manual.

A la vuelta de los vestuarios, Sandoval recompuso su pizarra y desmelenó a los suyos a pelando a la heroica. Movilla, Pacheco y Tamudo tocaron a rebato y el Rayo se entregó a un empuje febril. El propio Tamudo alentó la remontada rescatando el despeje de Múnua tras errar un penalti, y el partido se convirtió en un batiburrillo de ansiedad, pundonor y descontrol. Ni siquiera la expulsión de Botelho detuvo al Rayo. Pero para entonces ya era tarde para enmendar el borrón y las concesiones del primer tiempo.

* Este artículo apareció en la edición impresa del Jueves, 22 de septiembre de 2011