El hallazgo de 35 cadáveres abandonados en dos camionetas y a plena luz del día, en una concurrida avenida de la ciudad de Veracruz, ha vuelto a poner de manifiesto el estado de violencia que se vive en México. Las autoridades afirmaron ayer que la mayoría de los muertos fueron torturados primero y luego asesinados. Casi todos murieron por asfixia, otros a golpes y otros desangrados.
Las autoridades de Veracruz (este de México) sostienen que la mayor parte de los cuerpos encontrados el martes pasado han sido ya identificados. Se trata de 23 hombres y 12 mujeres que murieron pocas horas antes de las cinco de la tarde, cuando fueron abandonados en dos camionetas y algunos en la avenida Ruiz Cortines, bajo un puente cercano a un centro comercial muy concurrido. Entre los cadáveres, hay al menos dos menores, de entre 15 y 17 años.
Entre las víctimas, que murieron en su mayoría asfixiadas, hay dos menores
La mayoría contaba, según el procurador veracruzano Reynaldo Escobar, con antecedentes penales por delitos graves como homicidio, extorsión y secuestro. Ninguno de ellos forma parte de los 17 que se fugaron, un día antes, de tres cárceles del Estado. Se identificó a uno como policía municipal. Y junto con los cadáveres había una manta donde un grupo denominado Gente Nueva, ligado al cartel de Sinaloa, se atribuye el múltiple homicidio. A los cadáveres los señalan como miembros de Los Zetas. En Veracruz operan principalmente los carteles de la droga de Los Zetas y el Golfo, y algunos reductos de La Familia Michoacana. Escobar señaló ayer que nunca antes había ocurrido un caso semejante en Veracruz.
Según la versión oficial, la matanza se debe a que la violencia desatada en el norte del Estado de Veracruz se ha trasladado "en los últimos días" a esta zona. Pero el argumento de que estos eventos son "de los últimos días" cae por tierra con un elemental ejercicio de memoria.
Por ejemplo, el 7 de septiembre pasado, un día antes de que se diera a conocer de forma oficial, el analista Raymundo Riva Palacio publicó que la Secretaría de Marina de México había asestado uno de los golpes más importantes a Los Zetas, grupo que, según este periodista, tenía en su nómina a "alrededor del 80% de las policías municipales y estatales y contaba con una red de varios periodistas que servía para el doble propósito de informar con antelación de operativos de fuerzas federales en su contra, o de movilizar grupos sociales para protestar contra las acciones que realizaban". El columnista del portal informativo Eje Central se refería al desmantelamiento de una sofisticada red de comunicaciones que facilitaba a Los Zetas tener un "territorio libre donde extorsionaban, cobraban derecho de piso a pequeños narcotraficantes, secuestraban y mataban".
* Este artículo apareció en la edición impresa del Jueves, 22 de septiembre de 2011