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Citroën tiene previsiones de producción "no buenas"

Aunque "habrá que ver lo que depara la situación", la dirección de la factoría viguesa de Citroën admitió ayer que las previsiones de fabricación "no son buenas" y, consecuentemente, tampoco garantiza la recuperación de la producción perdida durante este año (7.000 vehículos el último trimestre) por diversas incidencias, desde el terremoto de Japón, que suscitó problemas durante ocho días de marzo, a la última paralización (12 días, más de 12.000 coches sin montar) por falta de suministro de tornillos de un proveedor italiano.

Dirección y sindicatos se reunieron ayer para analizar la situación. La empresa adelantó que habrá que esperar hasta noviembre para adoptar decisiones en función del comportamiento de la demanda. Esto supone, según precisó a Europa Press el portavoz de CC OO, Pedro Comesaña, que los trabajadores eventuales no cobrarán los días que no han trabajado, que los jubilados parciales tendrán que retrasar su marcha de la empresa y que el resto de plantilla deberá hacer uso de su bolsa de horas para compensar los días de parada o, en caso de tenerla agotada -el 60% de la plantilla ya hizo uso de ella a lo largo del año-, acogerse al ERE, del que ya fueron consumidas 17 jornadas que afectaron a 97 personas cada día.

La dirección ya adelantó que en octubre, cuyo programa de producción está cerrado, se suprimirá la actividad los sábados y domingos en las dos líneas de producción y que no será factible la recuperación de las jornadas perdidas por causa de los tornillos italianos. Los días laborables serán 19, de lunes a viernes, y la jornada del turno de noche será de cinco horas y 39 minutos.

Turno variable

A partir de noviembre se aplicará un turno variable en una de las dos líneas de producción, con trabajadores a tiempo parcial y cuyo horario y jornada estarán en función de la demanda. La propuesta fue formulada ayer a los sindicatos para aplicarla de modo negociado y la próxima semana tendrá que concretarse.

Los sindicatos acusan a la empresa de cargar sobre los trabajadores una situación de la que no son responsables, y sus portavoces no ocultan la inquietud que les produce la inseguridad de los futuros programas de producción. La empresa ya admite que no se cumplirá la previsión de cerrar 2011 con 370.000 vehículos fabricados.

* Este artículo apareció en la edición impresa del Viernes, 23 de septiembre de 2011