Entre las muchas influencias que conforman el amplio discurso de Sabina está la de la nueva trova; así que este homenaje cubano es como el billete de regreso de un viaje musical, con artistas de la isla releyendo sus temas. El resultado es un tanto irregular, con excesiva tendencia a impregnarse por esa melancolía tan propia de la trova (al margen queda Milanés, bordando Una canción para la Magdalena, de la que es coautor). Pero el asunto toma cuerpo cuando la imaginación entra en juego y Quién me ha robado el mes de abril se transforma en son lúdico de la mano de Carlos Kalunga, Que se llama soledad se embebe de jazz latino (en la voz de Haydee Milanés), A la sombra de un león se viste de son o cuando 19 días y 500 noches Frank Fernández la pervierte en pieza instrumental valiente y atrevida. No hay duda: las composiciones de Sabina, tan sólidas como permeables, agradecen unas buenas dosis de fantasía.
Varios
La Habana canta
a Sabina
Sony Music
* Este artículo apareció en la edición impresa del Sábado, 24 de septiembre de 2011