Jessica Dimmock (Nueva York, 1978) paseaba por Manhattan una tarde de 2004 disparando su cámara. Jim Diamond, un joven traficante, le pidió que le retratara. Después, le propuso mostrarle algo que le iba a fascinar: en un apartamento de un alto y estrecho edificio en la Quinta Avenida, sobre un suelo lleno de basura, un pequeño grupo se buscaba la vena mientras otros dormitaban. Dimmock quedó tan atrapada que sus visitas se repitieron tres años. El resultado de este viaje al infierno se publicó en un libro y una exposición con la que ganó el Premio Inge Morath de Magnum, que ahora está en la Galería Cero hasta el 10 de diciembre. Cuenta dos historias: la pareja formada por Rachel (embarazada) y Dionn, y la de Jesse. "No he querido poner un punto final en estas vidas. No sé cómo terminarán. Ninguno está bien. Es difícil que enderecen sus vidas, pero sé que muchos lo intentan", dijo Dimmock.
* Este artículo apareció en la edición impresa del Domingo, 25 de septiembre de 2011