La elaboración de las candidaturas electorales de los socialistas gallegos para el 20-N ha situado frente a frente a su secretario general, Pachi Vázquez, y al alcalde de Vigo, Abel Caballero, con José Blanco como árbitro de una incómoda disputa. Vázquez quiere cumplir a rajatabla el férreo sistema de incompatibilidades que rige en la organización gallega, lo que significa que la portavoz socialista en el Senado, Carmela Silva, propuesta ahora por la provincia de Pontevedra para el Congreso, debe elegir entre el acta de diputada y la de concejal en Vigo.
Silva, mano derecha de Caballero en el Ayuntamiento, se resiste a aclarar si dimitirá como edil, a pesar de las reiteradas exigencias de Vázquez. El secretario general insistió ayer en garantizar que ningún socialista gallego compatibilizará dos cargos electos, y amenaza con informar negativamente la lista propuesta por el PSdeG de Pontevedra. De cumplirse el guion, Ferraz se verá en el dilema de resolver entre el líder de los socialistas gallegos y un Caballero crecido por sus buenos resultados en las últimas municipales.
En la candidatura de Ourense, Vázquez ha impuesto a la secretaria de Estado de Igualdad, Laura Seara, en detrimento de la exministra Elena Espinosa, a la que se le atribuye el apoyo de Blanco y de Alfredo Pérez Rubalcaba. El líder del PSdeG descartó que Ferraz pueda introducir un cambio en esta candidatura.
* Este artículo apareció en la edición impresa del Martes, 27 de septiembre de 2011