El sueldo de la presidenta madrileña, Esperanza Aguirre, es "transparente, claro y meridiano", según dijo ayer ella misma. Pero la opinión pública no puede conocerlo, porque ella no lo facilita. Este periódico lleva una semana solicitando el dato a la Consejería de Hacienda, en vano. Aguirre cobró el año pasado un sueldo base de 105.844 euros, según figura en los Presupuestos regionales; a esa cantidad hay que sumarle un complemento cuya existencia desveló ayer este periódico y cuya cuantía la Comunidad no precisa.
La presidenta negó que exista ningún tipo de "sobresueldo" oculto en los salarios del Gobierno regional. Su propio sueldo y el de sus altos cargos "es transparente", afirmó Aguirre en respuesta a la información publicada por EL PAÍS, informa Miguel Pérez. En esa información no se decía que haya sobresueldos, sino que una parte de los sueldos está despiezada en un complemento legal pero que la Comunidad no menciona cuando habla de las retribuciones de altos cargos. Así, los sueldos de Aguirre y de sus consejeros parecen más bajas de lo que realmente son.
Los consejeros de Transportes, Antonio Beteta, y Asuntos Sociales, Salvador Victoria, recurrieron también al argumento de la legalidad para defender ese complemento opaco. Beteta afirmó que Aguirre cumple "estrictamente" con la ley que homologa su sueldo al de los secretarios de Estado: "Se ha usado la misma técnica presupuestaria".
Los grupos de la oposición en Madrid (PSM, IU y UPyD) arremetieron contra el Gobierno regional por "ocultar" en la maraña presupuestaria una parte de los sueldos. "Sale la señora Aguirre en un telediario diciendo que se va a bajar los sueldos y después a escondidas se lo sube con cantidades que desconocemos. Ha mentido, engañado, y tiene que dar explicaciones de manera inminente", afirmó el socialista Tomás Gómez.
* Este artículo apareció en la edición impresa del Martes, 27 de septiembre de 2011