El Ayuntamiento de Bilbao cifró ayer en cerca de 140.000 euros el importe total de los daños causados en bienes urbanos por los actos vandálicos registrados desde el pasado miércoles y hasta el domingo por el derribo del gaztetxe de Kukutza en el barrio bilbaíno de Rekalde. Un total de 810 contenedores de basura fueron volcados, a los que hay que añadir 80 que fueron calcinados y otros 50 contenedores que sufrieron daños de diversa consideración por los manifestantes que protestaban por la demolición del edificio industrial. Esta operación todavía se prolongará dos semanas.
Los incidentes también afectaron a varios vehículos de transporte público. El pasado miércoles, una unidad de Bilbobus sufrió la rotura de las lunas a consecuencia del lanzamiento de piedras y "varios más" -no se especificó el número- resultaron también afectados por las piedras. Un coche patrulla de la Policía Municipal fue atacado y dañado ese mismo día. Este balance no incluye los 10 vehículos particulares afectados por el fuego, ni los ataques a los batzokis de Rekalde y Casco Viejo.
Varios concejales y sus familiares sufrieron algunas agresiones verbales y físicas. Además, en los incidentes un hombre de 52 años, identificado como J.P.Y., resultó herido con quemaduras en el 10% de su cuerpo al tratar durante la madrugada del domingo de evitar que las llamas que habían prendido uno de los contenedores afectaran a los vehículos aparcados en el lugar.
El hombre, quien presenta lesiones en manos y espalda, permanece ingresado en la unidad de grandes quemados del Hospital de Cruces y su pronóstico es "menos grave". No necesitará tratamiento quirúrgico. Los 31 detenidos en estos incidentes, que el domingo pasaron a disposición judicial, han quedado en libertad con cargos.
* Este artículo apareció en la edición impresa del Martes, 27 de septiembre de 2011