El PNV se presentó ayer bajo un doble perfil de gestor y de defensor de la autodeterminación de Euskadi para marcar toda la distancia posible con la coalición abertzale con la que se va a jugar el 20-N la hegemonía del nacionalismo. Su portavoz en el Congreso, Josu Erkoreka, hizo en Bilbao balance de la legislatura y lanzó un aviso a la izquierda abertzale casi a la misma hora en que esta ponía de largo su apuesta: el que acuda a los comicios con la autodeterminación como único punto de su programa "está condenado al fracaso".
El portavoz peneuvista recordó que su partido ya llevó ese debate al Congreso en el pleno sobre el estado de la nación de 2010 y en la reciente reforma constitucional, en ambos casos con el mismo nulo resultado.
Erkoreka sostuvo que no le preocupa ni una mayoría absoluta del PP ni que Bildu le rebase en las urnas. "Haremos política como los últimos 34 años", dijo, frente a "otras formaciones de movimientos convulsos", en alusión a las diversas actitudes de la izquierda soberanista vasca en el Congreso desde 1977.
Erkoreka marcó también distancias de la política económica de Zapatero, uno de los principales argumentos del PP en su contra. Aun habiendo sido el PNV socio presupuestario del Gobierno, su portavoz defendió que el núcleo de la política anticrisis se tramitó en decretos leyes, "el 86% de los cuales apoyó el PP".
* Este artículo apareció en la edición impresa del Miércoles, 28 de septiembre de 2011