Los antecedentes de Barreiros son conocidos. El alcalde, Alfonso Fuente Parga, del PP, dio licencias para levantar 5.300 pisos en suelo urbano no consolidado e ignoró los requerimientos de la Axencia de Protección Urbanística en tiempos del bipartito para paralizar las obras, que solo se frenaron con órdenes judiciales. Cuando, años más tarde, la batalla legal iniciada por el Gobierno de Emilio Pérez Touriño -44 contenciosos administrativos contra otras tantas licencias- ha empezado a deparar sentencias favorables a la Xunta, el Gobierno de Feijóo ha optado por retirarse de los pleitos e ignorar las sentencias firmes para intentar legalizar las construcciones por vía administrativa. La gestión del caos inmobiliario motivó una denuncia del fiscal por prevaricación contra el regidor.
La secuencia se la reprocharon ayer los partidos de la oposición al conselleiro de Medio Ambiente, Territorio e Infraestructuras, Agustín Hernández, promotor de un convenio que aboga por dotar de servicios a los solares con cargo a la Xunta, la Diputación de Lugo y el propio Ayuntamiento de Barreiros. Lejos de amilanarse, Hernández sacó pecho, dijo que lo que ha hecho su Administración "no lo había hecho nadie" y que el PP practica "un urbanismo real y no academicista como el del bipartito". Insistió, pese a que las resoluciones judiciales conocidas establecen que los permisos son ilegalizables, que "ninguna sentencia dice que los permisos dados estén en suelo rústico sino en urbano con insuficiencia de servicios". Como si con urbanizar la zona se pudiesen legalizar las construcciones, algo que rechazan taxativamente los fallos de los juzgados. Tanto Ismael Rego desde el PSdeG, quien señaló que la gestión de la Xunta "roza la delincuencia", como Teresa Táboas, del Bloque, arremetieron contra el conselleiro, que, sin embargo, recibió el respaldo del PP. Hernández acusó a su antecesora en el cargo, María José Caride, de promover "actuaciones sectarias e irresponsables" en el control del urbanismo".
* Este artículo apareció en la edición impresa del Jueves, 29 de septiembre de 2011