Mejor, aunque muy débil. Esa fue la lectura que se hizo ayer de la última revisión del crecimiento en EE UU. La actividad económica se expandió en el segundo trimestre a una tasa anualizada del 1,3% (un 1,6% interanual), tres décimas más de lo anticipado hace un mes y el triple que entre enero y marzo. Pero se necesita mucho más vigor en la recuperación para reducir el paro.
El dato, y en concreto el mejor comportamiento del consumo y de las exportaciones, sirvió para alejar el riesgo de recaída en la recesión. Sin embargo, los números confirman que EE UU roza el estancamiento. Para el trimestre en curso se espera que crezca como mucho al 2%, un punto por debajo de su potencial.
Eso prolongará aún más la recuperación del mercado laboral, lo que llevó a Ben Bernanke a calificar el problema del paro de "crisis nacional". Y esta debilidad económica hace a EE UU vulnerable ante choques externos, como la crisis de la deuda en Europa.
* Este artículo apareció en la edición impresa del Viernes, 30 de septiembre de 2011