La trama de las licencias del Eixample se ha saldado con penas de multa. La Audiencia de Barcelona ha condenado a cuatro acusados a pagar 15.750 euros por un delito de negociaciones prohibidas a funcionarios públicos. Uno de ellos es el inspector técnico de licencias del Ayuntamiento de Barcelona Eduard Cabestany, que ha sido condenado también a seis años de inhabilitación para cargo público. Cabestany ya está actualmente apartado del Consistorio. Los otros condenados son el cuñado del técnico, Ignacio Martí; el exfuncionario Julián López, y el ingeniero Joaquim Quílez, implicado en las irregularidades de los apartamentos turísticos de Ciutat Vella y en el caso Riviera-Saratoga, de corrupción policial.
* Este artículo apareció en la edición impresa del Sábado, 1 de octubre de 2011