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Crisis en los servicios públicos

Un hospital aplica los retrasos de Salud a la nómina de la plantilla

Los 184 trabajadores de la clínica sociosanitaria Sant Antoni de Barcelona han visto menguar la nómina de este mes, la que acaban de recibir, el 35%. Es la misma cantidad que el Departamento de Salud ha pagado de menos a este hospital concertado de 250 camas debido a la falta de liquidez que acecha a la Generalitat, con la promesa de abonar el resto antes de fin de año. La dirección del centro ha decidido trasladar la congelación de los pagos a sus empleados. "No tengo dinero", confesó ayer el gerente del centro, Pedro Ayesa, a las puertas de la clínica. Su hospital es el primero de Cataluña que decide aplicar en las nóminas de los trabajadores los retrasos en los pagos del Gobierno catalán.

"Nos anunciaron la reducción del sueldo el miércoles a viva voz, dos días antes de que se hiciera efectivo", explicó Margarita Capitán, una de las presidentas del comité de empresa, de CC OO. Según los sindicatos, la dirección anunció a los empleados que se les abonaría el 15% del sueldo restante en octubre, el 10% en noviembre y el 5% en diciembre. Les dijeron también que recibirían la paga extra de Navidad "con un poco de suerte", añadió Capitán en tono desconfiado.

Ayesa, sin embargo, aseguró a este diario que la semana que viene "todos los empleados habrán cobrado" y se comprometió a lograr la financiación necesaria. Pero los empleados se muestran cautos y enfadados: dicen que hace un año que no cobran por objetivos y llevan 16 meses sin cobrar la carrera profesional. Capitán denunció, además, que la semana pasada la dirección del centro les anunció también oralmente un ERE que afectará a 21 empleados.

Ayer, una veintena de empleados se manifestaron para pedir su salario íntegro frente la puerta principal de la clínica, cerrada por la dirección para evitar que la ocuparan. Dos vigilantes de seguridad que la empresa ha contratado expresamente custodiaban la entrada, para "salvaguardar la protección de los pacientes", dijo Ayesa.

"Para eso sí que tiene dinero", se quejaron los trabajadores, sin querer dar nombres por "miedo a represalias".

* Este artículo apareció en la edición impresa del Sábado, 1 de octubre de 2011