David Piñeiro, conductor de Vitrasa, concesionaria del transporte urbano de Vigo, y afiliado a la CIG con el que se enfrentó el miércoles el dirigente de UGT-Galicia Emilio Bahamonde en la terraza de un bar de Vigo, quedó con una mano y un pie rotos y una herida en la cara que precisó 80 puntos de sutura, según la versión de la trifulca que dieron ayer compañeros suyos y que contradice totalmente la facilitada por Bahamonde a la policía. El presidente del comité de Vitrasa, de UGT, presentó ayer la dimisión y el comité en pleno pidió a la dirección de la compañía que se prohíba la entrada de Bahamonde a sus instalaciones.
Los ocho conductores de Vitrasa -dos afiliados a la CIG y otros a CC OO- jugaban al futbolín en la terraza del bar Varillas, en el barrio de Cabral de Vigo, con actitud distendida, que se fue crispando al entrar en un diálogo de reproches sindicales con Bahamonde que derivó en insultos personales. Piñeiro se acercó a exigirle que retirara una alusión a "su puta madre" y el dirigente ugetista, según la versión de los otros conductores, le respondió cogiendo de la mesa una copa que le estalló en la cara para a continuación rajarle el rostro, de la oreja hasta el cuello, con uno de los cristales. "Le quedó la mejilla colgando y no lo mató por el centímetro que faltó para que le segara la aorta", dicen. En la agarrada posterior Piñeiro sufrió una fractura en la mano derecha y otra en el pie izquierdo.
* Este artículo apareció en la edición impresa del Sábado, 1 de octubre de 2011