El diputado general de Gipuzkoa, Martin Garitano, de Bildu, aseguró ayer que en los 100 primeros días que lleva al mando de la Diputación, que se cumplen precisamente hoy, su gobierno se ha distinguido por la "transparencia" y la "capacidad de llegar a acuerdos". El mandatario se enorgullece además de haber "sabido conectar con las demandas de la ciudadanía".
En un comunicado difundido por la institución foral, Garitano hace un balance satisfactorio de su acción de gobierno, sin autocríticas. Asegura que su equipo ha apostado por la transparencia al dar a conocer "con todo detalle" la situación económica de la Diputación y el déficit de 101 millones que acumulan los presupuestos de este ejercicio, elaborados por su antecesor, Markel Olano (PNV).
A aras a la transparencia, el diputado general recuerda que se comprometió a hacer públicos los "datos patrimoniales" de los siete diputados que le acompañan en el consejo, una promesa que no ha llegado a cumplir en todo este tiempo.
Por otro lado, Garitano considera que la capacidad de consenso de Bildu se ha demostrado al haber logrado entenderse con otros partidos políticos "en fiscalidad y en peajes". Pone como un hito en su gestión que Bildu se sentara en la mesa de negociación para la fusión de las cajas vascas y finalmente diera "luz verde" a Kutxa Bank "una vez garantizadas su labor social y naturaleza pública".
Diálogo y participación
La apuesta de la Diputación por "la búsqueda de acuerdos" también ha quedado reflejada en las reuniones que el gobierno foral ha mantenido desde su llegada al poder con "la totalidad de alcaldes" de los 88 municipios de Gipuzkoa.
Garitano aprovechó para plantear que la necesidad de consensos, a través del "diálogo y la participación de todos", es igualmente necesaria en otras cuestiones como "la normalización política de Euskal Herria".
La crisis económica y el endeudamiento que arrastra la institución foral, apunta el diputado general, son elementos que van a condicionar su acción de gobierno en el futuro. Ante esta situación, Garitano se ratifica en que no apoyará todo aquello que tenga que ver con "el cemento y los macroproyectos de tan dudoso beneficio social". Se inclinará por dar "prioridad a las personas" y aplicar una política fiscal "más justa".
* Este artículo apareció en la edición impresa del Sábado, 1 de octubre de 2011