La Asociación para a Defensa Ecolóxica de Galiza (Adega) denuncia que el agua potable de Caldas de Reis proveniente del río Umia alcanza "niveles récord" de toxina por la concentración de microcistina, "a pesar de los tratamientos en el embalse y en la estación potabilizadora". El 5 de septiembre alcanzó un valor de 0,6 microgramos de microcistina por litro a la salida de la potabilizadora. Aunque el valor límite de referencia es 1 microgramo por litro, la toxina tiene efectos acumulativos.
* Este artículo apareció en la edición impresa del Domingo, 2 de octubre de 2011