Una operación de la Guardia Civil de Cádiz ha desmantelado una organización que expedía informes médicos falsos a cazadores sin aptitudes físicas con el fin de que se hicieran con licencias de armas. En cuestión de semanas han sido detenidas cuatro personas y 131 han sido imputadas (los beneficiarios de los certificados ilegales).
El Instituto Armado inició la investigación hace unos meses al percatarse de que en dos centros médicos privados de la serranía gaditana se expedían informes favorables a decenas de personas de 70, 80 e incluso 90 años que pasaban, sin problemas, las pruebas de vista, audición y tensión necesarias para obtener el certificado.
La red no era especialmente cuidada en sus movimientos. El propietario de un centro médico expedía los informes con la firma de una facultativa, que, en esas fechas, pasaba sus vacaciones en una playa del litoral gaditano. Según fuentes de la investigación, usurpaba su identidad hasta 20 veces al día. De manera paralela, el médico de un segundo centro se hacía pasar por psicólogo para tramitar las pruebas de aptitud.
Completaban la organización el propietario de un bar de Algar que recepcionaba la documentación de los beneficiarios y un intermediario encargado de tramitar los papeles sin que los aspirantes a conseguir o mantener una licencia de armas tuvieran que pisar una clínica autorizada para la emisión de los certificados.
Los cuatro arrestados, el propietario de un centro médico, un facultativo y dos intermediarios, están en libertad con cargos a la espera de la celebración de juicio. Todos tienen entre 63 y 69 años y son vecinos de San José del Valle, Cádiz, Bormujos (Sevilla) y Algar. Cobraban un mínimo de 60 euros por certificado.
* Este artículo apareció en la edición impresa del Martes, 4 de octubre de 2011