El calor registrado estos días en la comunidad gallega ha provocado que el embalse del río Umia vuelva a tener el aspecto verdoso que un alga tóxica ya le causó el septiembre pasado. La concentración está aún por debajo de los índices de alerta, pero la situación del río que abastece la localidad de Caldas de Reis podría empeorar por los efectos acumulativos de la toxina.
* Este artículo apareció en la edición impresa del Miércoles, 5 de octubre de 2011