Se está hablando estos días de los profesores que, debido a los recortes, se han visto obligados a reciclarse y aprender materias ajenas a su especialidad. Tal vez el impacto de esta noticia quede minimizado al conocerse que esto mismo sucede desde el año 2002 en Castilla-La Mancha, cuando una brillante mente que ocupó altos cargos educativos en nuestra comunidad decidió arbitrariamente que la informática de la ESO y el Bachillerato podía ser impartida por cualquier docente para completar horas en aquellos centros sin departamentos de informática, justificándolo con el argumento de que era como poner una lavadora. Desde hace años, los profesores castellano-manchegos de informática venimos predicando en el desierto y clamando por algo que es de sentido común, a pesar de la acción de los políticos.
* Este artículo apareció en la edición impresa del Miércoles, 5 de octubre de 2011