Cuatro trabajadores murieron ayer en las obras de construcción de la presa de Castrovido (Salas de los Infantes, Burgos) al romperse los cables que sujetaban una cubeta de hormigón denominada blondín -que sirve para transportar materiales en obras de grandes desniveles-, que les cayó encima. Otros dos obreros, de 35 y 28 años, resultaron heridos de gravedad con diversas fracturas y permanecen ingresados en el Complejo Asistencial de Burgos.
Los fallecidos son tres hombres y una mujer, los tres encofradores de Fomento de Construcciones y Contratas, la adjudicataria de la obra. El siniestro se produjo hacia las cuatro de la tarde y la hipótesis que maneja la Confederación Hidrográfica del Duero es que se rompió el cable que sujetaba el recipiente, que puede transportar entre 500 y 1.000 litros de material. También pudo deberse, según esa misma fuente, a un fallo en el enganche entre ese depósito y el cable, lo que provocó que cayera a plomo sobre los operarios. A última hora de ayer, los bomberos aún trataban de rescatar los cadáveres.
La presa de Castrovido, sobre el río Arlanza, tiene como objetivo evitar avenidas y garantizar el abastecimiento de poblaciones y regadíos. Su finalización está prevista para 2014.
* Este artículo apareció en la edición impresa del Jueves, 6 de octubre de 2011