El lehendakari, Patxi López, encontró un inesperado foco de tensión en la familia sindicalista del PSE-EE al considerar UGT que por su culpa está paralizada la mesa del diálogo social. Con esta crudeza se manifestó ayer Dámaso Casado, secretario general de UGT-Euskadi: "Nos está dejando totalmente fuera y parece que está ya más en manos de la patronal", dijo ayer al participar junto al secretario general de CC OO de Euskadi, Unai Sordo, en una concentración en Bilbao bajo el lema El trabajo decente no es un privilegio. Borrokatu bere alde, atendiendo a la convocatoria realizada por la Confederación Internacional Sindical.
A Casado le sorprende la "actitud" del lehendakari de que "se había comprometido a traer a la mesa de diálogo social lo tratado en el Parlamento y no convoca la mesa de diálogo social, con lo cual no cuenta ya con los sindicatos". En su análisis de situación, el líder ugetista ha pedido un "giro" al Gobierno vasco porque de lo contrario "da la impresión de que está en manos de la patronal", advierte.
De cara al futuro, desde UGT se advierte "para el próximo año presupuestos mucho más duros que éste, con lo cual el paro va a seguir creciendo", con lo cual "muchos trabajadores pueden verse con una situación muy complicada y esperemos que no volvamos otra vez a la época de los 80 donde y tan duro se vivió en Euskadi".
Casado recuerda que tenían el "compromiso" de que se reuniría la mesa de diálogo social hace dos semanas, y por el momento no hay convocatoria, para hablar de las propuestas y recortes que el lehendakari presentó en el Parlamento vasco en el pleno de política general y, sobre todo, de todo lo relativo a la creación de empleo. "Para ello hay que llegar a acuerdos claros en la mesa de diálogo social con la patronal y los sindicatos y eso al final está totalmente parado y parece que ya no pintamos nada los trabajadores", advirtió.
En ese tono crítico recordó que "el lehendakari no ha querido convocarla cuando había compromiso he hace dos semanas de haberla convocado y no nos llama ni nos informa de absolutamente nada", en una muestra evidente de su enfado porque "está haciendo cosas que no tienen nada que ver con lo que habíamos defendido en la mesa de diálogo social de avanzar en mejorar las condiciones de los trabajadores y la creación de empleo". Casado también denuncia que "nos están dejando fuera de Lanbide".
* Este artículo apareció en la edición impresa del Viernes, 7 de octubre de 2011