En una semana vivida con especial intensidad por las diferencias entre las apuestas del Gobierno López y las fundadas reticencias de las Diputaciones forales, y en especial de la vizcaína que encarna el PNV, el acto formal de ayer en la Casa de Juntas de Gernika sirvió a modo de bálsamo, dentro de las formas protocolarias que requieren estas citas institucionales.
En la conmemoración del 75 Aniversario de la constitución del primer Gobierno vasco, el 7 de octubre de 1936, la Biblioteca de la Casa de Juntas, el mismo lugar donde el lehendakari José Antonio Agirre presidió la primera sesión del gobierno recién formado fue un canto al respeto entre los credos más diversos, especialmente entre socialistas y jeltzales, convertidos ahora en encendidos rivales políticos.
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Después, el Salón de Plenos fue el escenario al que acudieron, además de Ardanza y Garaikoetxea, familiares de los miembros del primer Gobierno vasco, que con tal efemérides recibieron como recuerdo dos ejemplares del Estatuto, uno con el primer texto y otro con el actual, los actuales consejeros, ex consejeros, junteros de Bizkaia, entre ellos los representantes de Bildu, y autoridades de Bizkaia y Gernika.
Lógicamente la figura de los tres lehendakaris presentes acaparó las referencias políticas ya que cada uno mantenía su propia actualidad. Ardanza, a raíz de la presentación de sus memorias; Garaikoetxea por la apuesta de su partido, EA, dentro de la coalición Bildu y ahora Amaiur ante el 20-N; y Patxi López con su nítido pronunciamiento en favor del debate sobre el modelo de país.
* Este artículo apareció en la edición impresa del Sábado, 8 de octubre de 2011