El público masculino es el más abundante en el Salón Erótico de Barcelona que se celebra estos días en Cornellà. La escena habitual son actuaciones de actrices contempladas por una platea integrada básicamente por hombres. Sin embargo, el público femenino se anima cada vez más a asistir. Y la industria del cine para adultos piensa en este público. Lo hace, por ejemplo, el catalán Conrad Son. Desde 2004, ha rodado cuatro películas orientadas especialmente a él. Y lo que graba, asegura, responde a la concepción de que el ojo femenino ve lo erótico de una manera completamente distinta.
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* Este artículo apareció en la edición impresa del Domingo, 9 de octubre de 2011