Estos días nos hemos escandalizado, además de por los millonarios préstamos sin intereses, por las compensaciones, sueldos y pensiones de jubilación de los direrectivos de la gallega Novacaixagalicia y la valenciana CAM. Naturalmente no es cosa nueva; ya nos enteramos de la situación de la manchega CCLM y la cordobesa Cajasur del cura Castillejo.
Pero no nos engañemos pensando que esto solo se produce en las cajas que han tenido que ser intervenidas y salvadas con nuestro dinero; solo a título de ejemplo podemos recordar que los actuales coercitivos de Bankia, lo último que hicieron como directivos de la anterior caja fue asegurarse unos sueldos millonarios. Por su parte, los directivos de Caixabank lo primero que hicieron fue subirse de forma igualmente millonaria sus retribuciones por aumento de responsabilidades. Naturalmente esto se podría haber evitado si los responsables políticos de las autonomías, en primer lugar, y el Banco de España después, hubieran hecho algo para evitarlo.
¿Sería mucho pedir que se hagan públicas todas sus retribuciones? No vale le excusa de que algunas son entidades privadas, pues si cuando llegan las duras tenemos que salvarlas, los contribuyentes tendremos algún derecho, ¿o no?
Por otra parte, nos enteramos de que ahora se van a sanear las intervenidas y después vender (regalar). Si las hemos pagado los contribuyentes, que se las quede el Estado, y si las tiene que vender, que sea cuando interese.
* Este artículo apareció en la edición impresa del Miércoles, 12 de octubre de 2011