Judith Roca, de 36 años, es pedagoga y logopeda, y desde junio de 2007 está en las listas de interinos de la Generalitat. Ha ejercido en Barcelona y en el Baix Llobregat, y asegura que siempre la habían llamado a principios de septiembre para trabajar cubriendo vacantes durante todo el curso. Este año aún no la han llamado y ve su futuro incierto. "Empecé a notar los recortes el año pasado. Desde final de mayo estoy en el paro", cuenta.
En diciembre dejará de cobrar el desempleo, no sabe cuándo volverá a trabajar y se plantea pasarse al sector privado. "Tengo una hija pequeña y no tengo estabilidad laboral. Si encuentro otro trabajo y ellos me convocan para un puesto y no me presento, me expulsarán de las listas. Es un callejón sin salida. Los interinos estamos sufriendo mucho", confiesa.
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Cada lunes, miércoles y viernes está atenta a los nombramientos de la Generalitat, pero el tiempo pasa, la lista es larga y el teléfono no suena. "Incluso estoy dispuesta a hacer un tercio de jornada, 10 horas semanales", dice Roca. Cree que la crisis en su sector aún se alargará tres años más.
* Este artículo apareció en la edición impresa del Sábado, 15 de octubre de 2011