Una infección pulmonar grave, derivada de su condición de seropositivo y su negativa a tomar antirretrovirales para tratar su enfermedad, ha llevado a la Audiencia Nacional a remover el último obstáculo para dejar en semilibertad al etarra Ibon Iparragirre. La Sala de lo Penal acordó ayer su libertad provisional en la única causa por la que se encontraba en prisión preventiva. La decisión deja la puerta abierta a Instituciones Penitenciarias para proponer al juez central de vigilancia su salida de prisión, controlada, en todo caso, mediante una pulsera electrónica. Iparragirre está condenado por otras siete causas aunque, por el momento, solo una de esas condenas, de tres años, es firme.
Iparragirre, de 37 años, que actualmente se encuentra ingresado en el hospital de Basurto (Vizcaya), fue detenido por la Ertzaintza el 26 de enero de 2010 junto a sus compañeros del comando Tontor Xeber Uribe y Asier Badiola en Ondarroa (Vizcaya). La policía vasca los acusaba de participar en un atentado con coche bomba contra la comisaría de ese municipio que causó 11 heridos, así como de ataques contra las obras del AVE vasco (delito por el que el fiscal pide contra ellos ocho años de cárcel) y contra un repetidor en Azpeitia (Gipuzkoa). Cuatro días después fue enviado a prisión por el juez Eloy Velasco.
Con comparecencias
La Sección Primera de la Audiencia, formada por Javier Gómez Bermúdez, Ramón Sáez Valcárcel y Manuela Fernández de Prado, reforma ahora esa decisión de Velasco y pone en libertad provisional al etarra "teniendo en cuenta las circunstancias concurrentes en el presente caso respecto al grave estado de salud del procesado", pero le obliga a comparecer en la comisaría más próxima a su domicilio los días 1 y 15 de cada mes.
Ahora, Instituciones Penitenciarias creará un régimen individualizado de cumplimiento de su única condena firme que le permitirá dejar la cárcel por su enfermedad. Fuentes penitenciarias aseguran que una vez aprobado ese régimen -siempre que el juez de vigilancia dé su permiso- el recluso permanecerá controlado mediante una pulsera electrónica. La aplicación de este beneficio es imposible cuando el preso está en prisión preventiva como ocurría con Iparragirre hasta ayer. PNV, EA, Aralar y EB habían pedido la liberación de Iparragirre en el Parlamento vasco.
* Este artículo apareció en la edición impresa del Sábado, 15 de octubre de 2011