Con motivo de las numerosas llamadas al "voto en blanco" me veo obligada a aportar mi punto de vista sobre las próximas elecciones. El 20-N corremos el riesgo de que un partido político gobierne con mayoría absoluta. Independientemente de su ideología (y aun si eso no fuese independiente, con más motivo aún) no nos conviene que un solo partido sea el máximo y único responsable de las decisiones que nos afectan a los ciudadanos.
A pesar de todo, tenemos "la suerte" de vivir en una democracia parlamentaria que nos permite ser representados en mayor o menor medida por los representantes que todos escogemos y eso nos garantiza una pluralidad. Si un solo partido gobierna en mayoría absoluta se nos acabó la pluralidad y las alternativas. Desde mi perspectiva, lo importante es votar y no conformarnos con los resultados casi seguros que todos prevemos. No importa saber quién va a ganar y por ello resignarse, lo que importa es que no nos representen sin posibilidad de réplica.
* Este artículo apareció en la edición impresa del Sábado, 15 de octubre de 2011