En torno a un millar de indignados se reunieron frente a las escalinatas de la catedral de San Pablo, en Londres, al impedir la policía que tomaran la cercana sede de la Bolsa de Londres. Policías y guardias privados cerraron los accesos a la plaza del Padrenuestro alegando que se trata de una propiedad privada y que se ha revocado la licencia que permitía el acceso del público.
Los indignados decidieron entonces quedarse de acampada frente a la catedral mientras grupos de ellos iban dando simbólicamente vueltas alrededor de la manzana en la que está la Bolsa. Uno de los momentos cumbre fue cuando Julian Assange, fundador de Wikileaks, compareció ante los reunidos, a los que dirigió unas breves palabras en las que criticó la decisión policial de impedir el acceso de los manifestantes a la Bolsa de Londres. En general, la protesta se desarrolló con muy buen ambiente en un luminoso día de otoño. Empezó con aire festivo, en gran parte quizá porque el día se levantó luminoso y con una temperatura ideal para la protesta: fresquita, pero lo justo.
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* Este artículo apareció en la edición impresa del Domingo, 16 de octubre de 2011