La música rusa, sea la del dominio absoluto y majestuoso de los zares o las funcionales melodías que amenizaban a golpe de marcha militar los desfiles estalinistas, es una de las páginas más épicas de la historia. Construida como reflejo del tiempo en el que se compuso, las piezas son como un libro que narra el convulso siglo XX de todo el país, desde Moscú a San Petersburgo, de los salones de palacio a la fría estepa.
Fuerte e impetuosa se presenta en la Fundación Juan March la pianista española de origen búlgaro, Mariana Gurkova, con obras de Shostakovich, Khachaturian, Prokofiev, Kavalevski y Rachmaninov.
Un paseo por todas las rusias posibles en una sola tarde, a un precio indiscutible -los conciertos de los miércoles son gratuitos- y con la posibilidad de complementar la visita en el mismo centro con la antológica dedicada a de Aleksandr Deineka (1899-1969).
* Este artículo apareció en la edición impresa del Domingo, 16 de octubre de 2011