El discurso que se está trasladando a la ciudadanía, con la mayoría de los Gobiernos autónomos en manos de la derecha, nacional o nacionalista, es que no hay recortes, que se hacen ajustes para evitar despilfarros heredados, y como saben que están haciendo recortes, saben también que están utilizando la mentira como discurso político.
Este discurso ha arreciado en las últimas semanas, cuando la secretaria general del PP, Dolores de Cospedal, también presidenta de la Comunidad de Castilla-La Mancha y, quizá, la política mejor pagada de todo el Estado, pone su gestión en los primeros meses de gobierno como ejemplo de lo que será el Gobierno del PP para toda España. El plan de garantía de los servicios sociales básicos, que en su comunidad se está viviendo como un "plan de recortes en educación, sanidad y servicios sociales", pretende ahorrar 1.815 millones de euros en 16 meses, y lo están haciendo negando en constantes apariciones en los medios de comunicación la realidad de los recortes.
El descaro con el que actúan no tiene parangón: niegan la realidad de lo que están ejecutando con la sonrisa en la cara, insultando a la ciudadanía más responsable e informada que constata los recortes que se están aplicando como consecuencia de las medidas que contiene su "plan de garantías". Este plan traerá muchos más recortes en personal docente, en personal sanitario y en personal que trabaja en atención a la dependencia, una vez que pasen las elecciones generales; aunque entonces, quizá, no tengan que seguir utilizando la mentira como la fundamentación última de su discurso político, como hacen en estos momentos.
* Este artículo apareció en la edición impresa del Domingo, 16 de octubre de 2011