El ministro de Trabajo, Valeriano Gómez, cree que las reformas laborales del Gobierno -la laboral y la de convenios- son suficientes. Se dirige a la CEOE que hoy reclamará una nueva reforma laboral que abarate el despido, rebaje cuotas o simplifique los contratos temporales. "Es rechazable dotar al empresario de capacidad unilateral [de decisión]", resumió en un foro organizado por Cinco Días. "El consenso en las relaciones laborales es uno de los más importantes que tenemos; no lo rompamos, las pérdidas serían irreparables", abundó.
A pesar de esta crítica, Gómez se alineó del lado empresarial cuando volvió a apostar por la moderación salarial. "Los sueldos tienen que comportarse de forma moderada en los próximos lustros", reclamó. Lo ha hecho otras veces. Pero esta vez, a semanas de las elecciones (a las que se presenta), lo compensó con una concesión a los sindicatos al pedir también una política de rentas que no limite beneficios pero estimule la inversión.
Metido en campaña, Gómez anunció un plan de empleo en el programa electoral del PSOE -aunque no dio detalles-. El aún ministro alejó de su departamento (y de la del Gobierno) la posibilidad de desplegar políticas que creen puestos de trabajo. En su opinión, eso depende de que el crédito vuelva a las empresas y del crecimiento económico.
* Este artículo apareció en la edición impresa del Miércoles, 19 de octubre de 2011