Apple se quedó esta vez corta frente a lo que esperaba Wall Street, a pesar de cerrar el ejercicio 2011 con unos resultados récord que sirven para marcar el legado de su cofundador, Steve Jobs, cuando se cumplen justo dos semanas de su muerte.
El fabricante del iPhone, del iPad y de los ordenadores Mac se anotó un beneficio neto de 25.920 millones de dólares (19.000 millones de euros), tras registrar unas ventas de 108.250 millones de dólares (79.000 millones de euros).
Del total anual, 28.270 millones de dólares corresponden a su cuatro trimestre, lo que supone un alza del 39% respecto a hace un año. Del lado del beneficio, el trimestral rondó los 6.620 millones, un 53,7% más que en el mismo periodo del ejercicio 2010. El iPhone es el principal motor de crecimiento, con 17,07 millones vendidos en el trimestre, junto al iPad, con 11,1 millones.
Son los primeros resultados con Tim Cook como consejero delegado, que a final de agosto asumió oficialmente el relevo de Steve Jobs. Los inversores confían en su capacidad dar continuidad a la visión de Jobs, pero es la primera vez desde 2004 que no cumple las expectativas. Pero a la vista de las ventas de la última versión del iPhone, no parece que su crecimiento vaya a frenarse.
Entusiasmo que se refleja en sus títulos, que se revalorizaron este año un 30%. Los resultados no incluyen, en todo caso, las ventas del iPhone 4S, del que se vendieron cuatro millones de unidades en los tres primeros días que estuvo en el mercado. También presentaron resultados Yahoo!, que vio caer un 26% el beneficio trimestral, e Intel, que lo mejoró un 24%.
* Este artículo apareció en la edición impresa del Miércoles, 19 de octubre de 2011