De alguien como Aznar, que ostenta la presidencia de una entidad dedicada al análisis y los estudios sociales (FAES), que ejerce de escritor cuando sus eximias asesorías se lo permiten, varias veces doctor honoris causa, consejero del imperio Murdoch y asesor aurífero, debemos presumir que es capaz de entender perfectamente lo que lee y sacar conclusiones acertadas con facilidad. Pues bien, como tal alto personaje acaba de definir al Movimiento 15-M de "extrema izquierda marginal antisistema", asustado por mi apoyo a lo que podía ser un grupúsculo cuasiterrorista, me he dirigido a la página web donde se detallan las propuestas del citado movimiento, esperando encontrar entre ellas la toma del palacio de la Zarzuela, la confiscación de tierras, bienes y derechos y así sucesivamente; sin embargo, leo, entre otras, las siguientes: efectiva separación de poderes, condena de la corrupción, supresión de los paraísos fiscales, endurecimiento del control sobre las entidades financieras, atención a los derechos básicos y fundamentales recogidos en la Constitución... Si estas proposiciones le parecen "de extrema izquierda marginal antisistema", me pregunto: ¿En qué frecuencia política se ubica hoy don José María? En comparación, el Tea Party es un juego de niños.
* Este artículo apareció en la edición impresa del Miércoles, 19 de octubre de 2011