A Pep Guardiola nada le asusta más que medirse a uno de esos equipos con poco nombre porque, según los estudia, solo descubre cosas buenas, detalles a tener en cuenta, valores que le inquietan en función de que resultan desconocidos para el resto de los mortales.
Más allá de los 19 remates a puerta del Barcelona, el hecho de que el Viktoria no creara ninguna ocasión le llenó de orgullo. "Tiene mérito", dijo. Para él, que el cuadro checo no chutara ni una vez no significó que jugara mal: "Han pasado 20 veces más del centro del campo que el Milan, pero este metió dos goles", razonó. "Ha sido una exhibición", resumió, aunque puso un pero a su equipo: "En la primera parte no jugamos demasiado ordenados".
Guardiola aplaudió casi todo a sus jugadores: "Tuvieron mucho control y generaron muchas ocasiones. Solo faltó un poco de acierto. El mérito es lo que hacen en un espacio tan reducido". Terció Villa: "Hemos jugado bien, pero mucha gente se quedará con los fallos". Y el técnico insistió: "Empieza a ser noticia que Messi no marque". "Sí, es una catástrofe. Habrá que cortarse las venas", bromeó Mascherano. No cree el entrenador que faltara ambición o agresividad ante el gol: "Habrá equipos que corran más que nosotros, pero nadie mueve la pelota más rápidamente y siempre con la intención de ir a la portería. Si una cosa tenemos es la agresividad. Por eso a los rivales les cuesta pasar del medio del campo".
Cuenca, el 18º jugador de la cantera que debuta con él, fue elogiado por Guardiola: "Me gusta porque no pierde nunca la pelota". Al de Reus, de 20 años, se le comunicó solo una hora antes del partido que iba a estar en el banquillo y le impresionó el Camp Nou. "Cuesta asimilar lo que estoy viviendo. Todo ha ido muy deprisa", advirtió.
* Este artículo apareció en la edición impresa del Jueves, 20 de octubre de 2011