El nombre de Eugène Delacroix está asociado a grandes composiciones históricas. Pero, como la obra de todo artista, la suya tiene nuevas lecturas. La completa exposición antológica que le dedica Caixaforum Madrid, desvela un Delacroix obsesionado por la materia, la luz y el color. Reconocido por ser uno de los genios del romanticismo, la muestra (130 obras) le presenta como el gran precursor del impresionismo. Desde el centenario de su muerte, en 1963, no se le había dedicado una exposición tan importante como la que ahora se puede ver en Madrid. Las joyas expuestas son muchas. Puestos a escoger, está Mujeres de Argel en sus habitaciones, un óleo que nunca ha salido del Louvre.
* Este artículo apareció en la edición impresa del Domingo, 23 de octubre de 2011