Hasta 43 mástiles aguardan, desnudos, en el Palacio de Pedralbes de Barcelona las banderas de la Unión por el Mediterráneo (UpM). Las que ondearon hasta el viernes ofrecían un estado tan deplorable (véase EL PAÍS del sábado pasado) que más que enseñas parecían trapos deshilachados de colores diluidos. Un portavoz de la UpM aseguró, al ser preguntado el viernes, que las nuevas banderas ondearían al viento la semana que hoy empieza. Justificó el mal estado de algunas de ellas por la dificultad de encontrarlas en Barcelona.
Fácil o difícil, ninguno de los mástiles que enmarcan la entrada del Palacio Real tenía ayer banderas. Ni la de los países que integran la UpM, ni las propias.
* Este artículo apareció en la edición impresa del Lunes, 24 de octubre de 2011