Dos incendios en los municipios lucenses de Ribeira de Piquín -en la parroquia de Santalla- y Outeiro de Rei -en la de Vicinte- activaron ayer el nivel 1 de alerta durante unas horas, requiriendo la protección de personas no relacionadas con la extinción y bienes no forestales como medida preventiva en ambos casos. En el primero se habrían quemado más de 80 hectáreas y unas 20 en el segundo, según estimaciones de Medio Rural, que señaló ayer que ambos continuaban activos.
También permanecían activos en la provincia de Ourense los fuegos de Calvos de Randín -parroquia de Golpellás-, Castro Caldelas -parroquia de Tronceda- y Chandrexa de Queixa -parroquia de Requeixo-, iniciados entre la noche del sábado y la madrugada del domingo. Medio Rural también cifraba la superficie quemada en ellos en unas 20 hectáreas, algo más en Requeixo.
* Este artículo apareció en la edición impresa del Lunes, 24 de octubre de 2011