El juez del caso Emarsa, en el que se investiga el saqueo de la sociedad de depuración del agua de Valencia, confirmó ayer la imputación de José Luis Sena, administrador de la empresa Notec. La firma facturó 5,5 millones de euros a la empresa pública entre 2008 y 2010 por el tratamiento de lodos que salían de la planta de Pinedo.
El juez Víctor Ríos rechaza los argumentos presentados por Sena contra su imputación y destaca que existen indicios de que la ejecución del contrato firmado con Emarsa "ha podido ser ficticia por cuanto se han podido estar facturando servicios que realmente no han sido prestados por la empresa Notec, todo ello en connivencia con el resto de querellados y encargados de la gestión de la empresa pública Emarsa".
Ríos da a entender que es posible que otros empleados de Notec sean imputados en la causa, y pone negro sobre blanco algunas de las dudas que suscita la aparente anarquía que reinó en Emarsa. El juez se pregunta, por ejemplo: ¿cómo es posible que Notec facturase a la depuradora desde febrero de 2008 cuando el primer contrato que firmó con la sociedad pública es de diciembre de ese mismo año? ¿Qué relación mantuvo Notec con las otras empresas dedicadas al transporte y tratamiento de lodos (que facturaron 17 millones a Emarsa) cuyos trabajos parecen solaparse? ¿Cómo se llegó a fijar un precio por el tratamiento de lodos muy por encima del precio del mercado? ¿Dónde fueron a parar las toneladas de fango que supuestamente iban a campos agrícolas y cuyos dueños nunca las vieron?
* Este artículo apareció en la edición impresa del Martes, 25 de octubre de 2011