Gennaro Gattuso no ve bien. Tiene un problema en el sexto nervio craneal que afecta al ojo izquierdo y no le permite conducir, ni utilizar correctamente un teclado ni ver bien la tele. Ni, por supuesto, jugar al fútbol. Lleva 45 días sin pisar un terreno de juego. No podrá volver a hacerlo, al menos, durante cuatro meses más. Si la terapia -inyecciones de botox- no soluciona el problema, tendrá que operarse.
"Yo no me rindo. Voy a seguir luchando", dijo ayer el jugador en Milanello con unas gafas de montura negra. "Si me las quito, veo doble. He ido mejorando. Antes veía triple", comentó el medio, de 33 años. Se entrena, corre, pero no puede tocar la pelota desde que se retiró, lesionado, el 9 de septiembre. "Llevaba cuatro días viendo manchas. Creía que no era nada. Es más, me cabreé con el médico cuando me dijo que era mejor que no jugara. Jugué y cuando choqué con Nesta me di cuenta de la gravedad. Choqué porque no le vi", explicó. Las pruebas descartaron ictus, tumores y problemas neurológicos. Nadie sabe el origen de la parálisis del nervio. Ni si Gattuso podrá volver a jugar. "De una forma u otra, volveré. Como jugador o dirigente", sostuvo Gattuso. Su contrato termina en junio.
* Este artículo apareció en la edición impresa del Martes, 25 de octubre de 2011