Mariano Rajoy insistió ante los miembros del Instituto de Empresa Familiar en que no va a subir impuestos, si gobierna. "El crecimiento de los ingresos del sector público vendrá por el aumento de las bases contributivas y no de los tipos impositivos", precisó. La reforma que propugna el PP es "para incentivar la creación de empleo, la inversión y el ahorro, así como asegurar un reparto equitativo de los costes de salida de la crisis".
Luego, hizo un guiño a los más de 400 asistentes al prometer que mejorará la tributación de las pyme, además de establecer que las empresas no tributen por las plusvalías que obtengan en la venta de activos fijos cuando reinviertan.
Rajoy también incluyó en sus planes la reforma laboral como "otra de las necesarias", consideración en la que también coincidió con los representantes de la empresa familiar. Aseguró que si el PP gobierna basará la reforma en las 71 enmiendas que el Grupo Popular presentó en el Congreso a la última reforma aprobada por el Gobierno.
A juicio del líder del PP, hay que avanzar en la negociación colectiva adecuando la evolución de los salarios a la realidad de las empresas, "lo que significa dar una mayor preeminencia de los convenios de empresa sobre los provinciales o sectoriales". Asimismo, afirmó que en el ámbito de la educación debe potenciarse la formación profesional.
Rajoy terminó su intervención aludiendo a la cumbre europea de hoy. "Lo que me preocupa", dijo, "es que la deuda pública española quede estigmatizada como consecuencia de los acuerdos de esa reunión". Luego, añadió que "la banca española no tiene los mismos problemas que tienen otros" países y que no tiene sentido que se le obligue a capitalizarse por problemas que no tiene.
* Este artículo apareció en la edición impresa del Miércoles, 26 de octubre de 2011