La banda del cobre desarticulada por la policía nacional llegó a apoderarse de 51.000 kilos de este metal, cuya demanda y por tanto su precio en los mercados internacionales se ha disparado en los últimos dos años. Buena parte del total de 28 robos que se le atribuyen se produjeron en empresas valencianas del sector, "muchas de las cuales se han visto obligadas a cerrar" a causa de la actuación de la banda.
La policía detuvo a 29 personas de origen croata, serbio, bosnio y albanés, así como a un rumano que al parecer les proporcionaba documentación falsa. Su método de funcionamiento, según explicaron ayer la delegada del Gobierno, Ana Botella, el jefe superior de policía, Antonio Moreno, y otros dos responsables policiales, era itinerante, asaltando empresas en polígonos industriales. Los agentes se incautaron, además, de ocho kilos de joyas, armas de fuego, tres remolques y un camión. Varios de los detenidos tenían lazos familiares entre sí y entre ellos hay, al menos, un menor de 16 años.
* Este artículo apareció en la edición impresa del Jueves, 27 de octubre de 2011