La Diputación de Castellón ha gastado en nueve meses la mitad de los fondos de tesorería de los que dispone. A inicios del ejercicio la institución contaba con 41,5 millones de euros líquidos en distintas cuentas bancarias, pero al cierre del tercer trimestre del año el dinero disponible ha caído hasta los 21,7 millones debido al desfase entre ingresos y pagos, tal y como consta en el informe sobre el estado de las cuentas aprobado en el último pleno.
El presidente, Javier Moliner, aprobó también en esta sesión una rebaja de más de la mitad en las inversiones a los municipios y recordó que la diputación debe devolver los 41 millones de euros que el Gobierno adelantó en concepto de previsión de ingresos tributarios, lo que pone en jaque a las arcas.
Pero la diputación también tiene pendiente de cobrar casi 14 millones de euros en ayudas o convenios por diferentes conceptos. Algunos de ellos se remontan al año 2002. La mayor parte de los ingresos pendientes corresponden al último ejercicio.
* Este artículo apareció en la edición impresa del Viernes, 28 de octubre de 2011