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Mariano Rajoy y Francisco González / ULY MARTÍN
La banca española reaccionó ayer con una mezcla de tranquilidad, preocupación e indignación, en diferentes dosis, a la exigencia de 26.161 millones de capital adicional hecha la noche del miércoles a los cinco grandes bancos por parte de la Autoridad Bancaria Europea (EBA).
El Santander es, de largo, el banco español que más capital necesita, según la Autoridad Bancaria Europea (EBA). Nada más y nada menos que 14.971 millones de euros, el 57% del dinero extra que precisan las cinco entidades españolas examinadas. Un quinteto que deja a España como el segundo peor alumno de Europa, tan solo por detrás de Grecia.
"El diablo está en los detalles". El viejo proverbio alemán sirve perfectamente para expresar las reticencias que despiertan los importantes acuerdos alcanzados en la pasada cumbre por los líderes de los países del euro para estabilizar Europa, salvar su banca y sacar a Grecia del hoyo.
Los mercados esperaban poco de la cumbre del miércoles. Merkel había enfriado las expectativas. Y parece que los inversores se lo habían creído. Así que ayer cuando se despertaron con un acuerdo de los líderes europeos para la recapitalización de la banca europea, la quita sobre la deuda griega Grecia y la ampliación del fondo de rescate del euro se disparó la euforia.
El Consejo del Siglo XXI, un grupo de presión organizado por el Instituto Nicolas Berggruen (NBI) y compuesto por una treintena de sabios, empresarios y líderes políticos de todo el mundo, ha advertido a los países de la zona euro que si no avanzan de forma decidida hacia su unión fiscal y política, el futuro del euro y el crecimiento mundial seguirán estando en grave peligro.
El entusiasmo con que los gobernantes defienden la meta de déficit público para este año se difumina con cada nuevo dato conocido. Los desequilibrios que acumula el Estado en los nueve primeros meses del año ascienden a 37.016 millones de euros, el 3,42% del producto interior bruto (PIB).
El presidente de La Caixa, Isidro Fainé, se mostró ayer seguro de que la batalla en Repsol, de la que la entidad controla el 12,8% de las acciones, está prácticamente concluida. "Estoy seguro de que llegaremos a un acuerdo", dijo, y la vía será "poniendo a cada uno en su sitio. Cada uno tiene que respetar los intereses de los otros, pero la disposición es total".
La eléctrica Iberdrola registró un beneficio neto de 2.143 millones de euros durante los nueve primeros meses del año. El presidente de la compañía, prevé que tanto el beneficio recurrente como el beneficio bruto de explotación (Ebitda) registren un crecimiento medio de entre el 5% y el 9% este año y en 2012.
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