Andoni Otegi (a la izquierda), uno de los dos acusados en el primer juicio que se celebra contra ETA tras el cese de la violencia, sostuvo ayer en la Audiencia Nacional que "son tiempos en que esto se tiene que solucionar". Pero ni él ni su compañero, Oscar Zelarain, reconocieron al tribunal ni respondieron al fiscal. Ambos se enfrentan a una petición de 146 años de cárcel por colocar un coche-bomba.
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* Este artículo apareció en la edición impresa del Viernes, 28 de octubre de 2011