A la pregunta que dejó sin contestar el martes en el Parlamento el conselleiro de Cultura, Roberto Varela, respondió ayer el presidente de la Xunta, Alberto Núñez Feijóo. La Xunta está todavía en negociaciones con las empresas que construyen la Cidade da Cultura, por lo que desconoce el coste que tendrá para el Gobierno gallego la decisión de renunciar, al menos hasta 2014, a levantar los dos edificios más retrasados del complejo, en los que apenas se han iniciado los trabajos de cimentación.
En todo caso, Feijóo está "convencido" de que será "más rentable para los intereses públicos" el coste que pueda suponer paralizar y aplazar hasta 2014 la decisión sobre construir o no el Centro de Arte Internacional y el Teatro de la Ópera, que proseguir ahora "con unas obras que no tienen crédito". Consideró además que "no sería razonable" dedicar fondos "que podrían ser reservados para sanidad o educación".
El aplazamiento a 2014 de la solución deja para el siguiente Gobierno la decisión sobre el futuro del complejo cultural diseñado por el arquitecto Peter Eisenman para el monte Gaiás, pero también el coste de la indemnización a las constructoras, que será mayor si la renuncia se convierte en definitiva. El presidente de la Xunta apostó por "poner en valor" lo ya construido, por valor de 300 millones de euros, antes de decidir el futuro de los edificios pendientes.
* Este artículo apareció en la edición impresa del Viernes, 28 de octubre de 2011