En 1535, Hernán Cortés recaló en una árida, espinosa península a la que llamó California en recuerdo de la fabulosa isla de las amazonas que describe el quinto libro de Amadís de Gaula. En lugar del oro que buscaban, encontraron piedras y cactus.
En 1683 llegaron los jesuitas para erigir un rosario de misiones unidas por el Camino Real. Una de las más antiguas es la de San Javier (en la foto), fundada en 1699 cerca de la ciudad de Loreto, en Baja California, donde, al igual que en el resto de México, se festeja el 1 y el 2 de noviembre el Día de los Muertos.
* Este artículo apareció en la edición impresa del Viernes, 28 de octubre de 2011